Autorización del Supremo Consejo para introducir el Rito York en Venezuela

carlos rodriguez jimenez

En la alocución, con motivo del año nuevo, realizada el 12 de enero del año 1975, por el Soberano Gran Comendador Doctor Carlos Rodríguez Jiménez, PGM, 33°, dirigida al Muy Respetable Gran Maestro de la Gran Logia de la República de Venezuela, al Poderoso Soberano Lugarteniente Comendador, al Soberano Gran Comendador de Honor Ad Vitan, Dr. Jacobo Bendahan Chocrón, Ilustres Príncipes, Soberanos Grandes Inspectores Generales de la Orden, activos y supernumerarios, Grado 33°, Ilustre Gran Maestro del Ilustre Consejo Kadosch «Caracas N°1», Muy Sabios y Perfectos Maestros de los Soberanos Capítulos Rosa Cruz «Unificación N°2, Perfecta Lealtad N° 9 y Renovación N° 72, Queridos Hermanos Masones de todos los Grados y a las dignísimas señoras, señala en una de sus partes:

Cito: «…El año pasado de 1974 fue un año de realizaciones y de triunfos para la masonería venezolana, dentro y fuera del país. El 28 de marzo, Día Masón Nacional, éste Supremo Consejo permitió la introducción del Rito York en Venezuela, y así se fundó en Caracas el «CAPITULO MIRANDA » N°1, de la Masonería del Arco Real...».

Luego en su alocución el día 27 de Junio del año 1976 (ev), dirigido a todos los Soberanos Grandes Inspectores Generales de la Orden, activos y supernumerarios, Grado 33°, a todos los Ilustres Consejos Kadosch y Soberanos Capítulos Rosa Cruz de nuestra Gran Jurisdicción y obediencia y a todos los Queridos Hermanos pertenecientes al Rito Escocés Antiguo y Aceptado de todos los grados señala en su capítulo RITO YORK. RITO DE ADOPCIÓN, lo siguiente:

“Durante el período a que se pasa revista se introdujo en Venezuela el llamado Rito Masónico de York y se reactivó la introducción del Rito Para-masónico de Adopción.

El primero fue auspiciado por el Supremo Consejo Confederado 33° a quien, en virtud de trabajo con la Gran Logia, le correspondió darle su autorización para actuar legalmente en el territorio masónico de Venezuela y quien asistido por su Directiva en pleno y en compañía del Gran Maestro de la Gran Logia y del Gran Secretario ocuparon puesto de honor en el banquete de gala ofrecido en el Valle Arriba Golf Club para celebrar la solemne consagración del Capítulo «MIRANDA» N°1, RAM de la Masonería del Real Arco, natalicio del Generalísimo Francisco de Miranda, en cuyo honor se bautizó con su nombre.

Dicho Capítulo «MIRANDA» N° 1 RAM, tuvo como sus primeros Tres principales Dignatarios a los QQHH Carlos Rodríguez Jiménez, (Sumo Sacerdote), Harold R. Simpson (Rey) y Jacobo Kartz Burger (Escriba). La ceremonia se vio honrada con la presencia del I:. y Pod:. H:. Edward M. Selby, 33° (General Grand HIgh Priest, Presidente del Gran Capítulo General de la Masonería del Real Arco Internacional, quien viajo a Caracas, junto con sus esposas, a fin de prestigiar con su presencia la ceremonia litúrgica de la consagración del primer Capítulo de la Masonería del Real Arco en Venezuela”.

 

Fuente: Memorias del Supremo Consejo de Grandes Inspectores Generales del Grado XXXIII y último del Rito Escoces Antiguo y Aceptado de la República de Venezuela, Períodos Administrativos 1970 – 1973 y 1974 -1976.

Mujer y masonería en Venezuela

Hace algunas décadas di en la Biblioteca Nacional de Venezuela con un libro tituladoEstudios históricos y simbólicos sobre la franc-masonería. Para quien tenga interés en este campo de estudio, importa acotar que hay un importante material sobre el tema en esa institución. Pero este en particular atrapó mi atención, por cuanto fue escrito por una mujer. Su nombre era Carolina de Silva.
No es un dato baladí este que acoto. Es conocido que la orden francmasona (o la masonería, como comúnmente se le menciona) no admite mujeres en sus congregaciones. Sin embargo, esta escritora no solo se dedicó a escribir sobre el universo francmasón, sino que se autodenominaba “Hermana Susana”. Con esta última apelación, se apropiaba de la práctica común en los miembros de esta orden, quienes usan la nominación de “hermano” para referirse entre sí.
La circunstancia de encontrar una firma femenina que, sin timidez, exploraba un territorio tradicionalmente vetado a la mujer no fue el único hecho que me sorprendió. La otra sorpresa que recibí –la que, con seguridad, también llamará la atención de quien lee esta columna– tiene que ver con la impresión caraqueña del volumen, por la Casa Editorial de La Opinión Nacional, en 1887.
Quien continúe avanzando en la lectura de estos Estudios históricos y simbólicos sobre la franc-masonería advertirá que el material ofrecido por la Hermana Susana abre con un par de páginas dedicadas al Dr. Diego Bautista Urbaneja y a su esposa, la señora Margarita S. de Urbaneja. En determinado momento, esas líneas de cortesía manifiestan que es la segunda edición de la obra, pues la primera se hizo en la isla de Cuba, donde logró un importante éxito.
Interesada en esta mujer que se reconocía miembro de una comunidad franc-masona, aproveché un par de viajes a La Habana para averiguar su tránsito por la isla. Visité las bibliotecas del lugar y, por añadidura, estuve en la logia más importante de la ciudad y nadie me pudo dar razones de este libro y, menos, de su autora.
Seguí indagando aquí en Venezuela y la búsqueda emprendida no quedó en el vacío. En efecto, como durante un tiempo me dediqué a revisar las revistas publicadas por las logias caraqueñas, en determinado momento me topé con una muy particular. Se tituló El Sol de América.
En varios números de esta publicación se dedican elogios al libro de Carolina de Silva. Más todavía, en circunstancia puntual se explica a los lectores que el impreso fue “puesto bajo los auspicios del eminente masón” Diego Bautista Urbaneja y de 2su muy digna esposa, la señora Margarita Sanderson de Urbaneja”.
Poco después, la Hermana Susana comenzó a colaborar en El Sol de América. El primer escrito que le publicaron se tituló “Gratitud de la mujer a la masonería”. En esos renglones, esta apasionada del mundo francmasón denuncia en los autores de la antigüedad el “silencio semi-penitenciario con respecto a la mujer, al extremo que nos hace juzgar lo mal tratada, la poca representación, o ningún valer que tenía”.
No solo en la antigüedad se observa el silencio mencionado. “Horripilante es ver –agrega– el lugar que ocupó durante muchos siglos la que por derecho divino y humano había venido a nuestro planeta para compartir con el hombre sus amarguras y felicidades”.
En la Edad Media, sostiene, ella “fue condenada a ser esclava, prestar perpetua y ciega obediencia, servir a su señor, quien la podía golpear y despedirla cuando se le antojara. Es verdad, ¡qué podía esperar la infeliz cuando la Iglesia Católica en varios Concilios duda si tiene alma, sosteniendo contra ella teólogos y doctores la afirmación de que celebraban pactos con el Demonio y por cuyas acusaciones mueren millares de ellas en la hoguera!”.
En su opinión, esas persecuciones se toparon con el freno que le opuso la institución masónica. Ello fue posible pues emplearon los “medios que todos conocemos, cual es el principal, el amor a sus semejantes”. No queda allí el argumento que desarrolla, pues acota: “Ocasión hemos tenido de experimentarlo; sí, la educación de la mujer debe mucho al desarrollo y elevada inteligencia que los masones adquieren en los templos; puesto que al salir ellos de sus reuniones vuelven a su hogar cariñosos y tolerantes inculcando en el corazón de su familia, especialmente en el de la esposa el germen fecundo de la caridad, de la tolerancia para con sus semejantes; semilla bienhechora, que en el sensible corazón de la mujer, por excelencia tierno y caritativo, produce ricas cosechas”.
Carolina de Silva vivió un tiempo en Caracas. Aquí vio tanto la publicación de sus escritos como de una que otra traducción sobre este tema de su interés. Con seguridad, para 1890 no vivía entre nosotros. En ese tiempo había fijado residencia en Puerto Rico. En esa isla estuvo dedicada a la enseñanza, al frente de un establecimiento concebido para ese propósito.
Desde luego, queda mucho por indagar de esta mujer que, sin dudas, fue viajera, intelectual y convencida promotora de la masonería.

QUÉ ES EL RITO YORK DE LA FRANCMASONERÍA?

QUÉ ES EL RITO YORK DE LA FRANCMASONERÍA?

IMAGEN RITO YORKQue quede claro que las ideas y opiniones que aquí se expresan son las del autor, y de ninguna manera deben asumirse como las aprobadas por algún Cuerpo Masónico o autoridad del Estado de Alabama o de cualquier otra jurisdicción masónica. No es mi propósito embarcarme en una larga historia del Rito de York, puesto que el masón puede encontrar una alta gama de sitios en Internet especializados en el tema. Tampoco pretendo hablar sobre hechos o estadísticas, que éstas no pueden encontrarse en cualquier Gran Capítulo. Lo que sí voy a hacer es conducir al lector por un tour acerca de las formas y prácticas del Rito York actuales en los Estados Unidos, y asimismo intentaré explicar un poco del simbolismo que representa, tal y como yo lo veo. Pero antes que nada contestaré la siguiente pregunta: ¿Por qué elegir el Rito de York? (York Rite).

Cuando se unificaron las dos principales Grandes Logias de Inglaterra, los Antiguos y los Modernos, se declaró que la Masonería del Arte Antiguo consistía en los tres primeros grados y el Sagrado Arco Real. Esto se puede interpretar como que este grado (por aquellos que vivían en la tierra donde nación la masonería) es una parte integral del sistema de la Logia masónica azul y como la conclusión natural de la historia iniciada en los grados simbólicos, los tres primeros grados. Debido a que el original grado del Arco Real solo se encuentra en el Capítulo del Rito de York, es lógico que para poder completar la educación masónica de alguien, se deba ultimar el Rito de York.

El ritual del York Rite es muy parecido al de la Logia Azul y cualquier hermano lo puede reconocer y comprender muy fácilmente. Usa un mínimo de vocabulario y frases obtusas y extrañas. Las lecciones del Rito de York se presentan con mucha claridad y no hay ninguna filosofía profunda, ni misterios orientales ni complicados galimatías difíciles de leer y descifrar. Las lecciones son derechas y esencialmente son una ampliación de las lecciones explicadas en la Logia Azul.

Para completar la secuencia de Grados y Órdenes del Rito de York, uno debe ser un cristiano declarado. No obstante, el Rito de York no constituye una apología del cristianismo. Por el contrario, le da al masón cristiano una forma de relacionarse mejor con su propia fe y apreciarla más por medio de los grados de la Masonería. La Comandancia es exclusivamente cristiana; no obstante, los hermanos de todos los credos pueden ser recibidos en los Grados del Capítulo.

El Rito de York está gobernado por Grandes Cuerpos (Entidades) de cada uno de los estados, y ni remotamente constituye una locación central. Los grandes líderes se eligen anualmente en convenciones estatales. Por esta razón el Rito de York es democrático por naturaleza, y está manejado por líderes electos, que ejercen no de por vida, sino solo por un año. Existen entidades nacionales (Grandes Capítulos) cuyos oficiales se eligen para tres años. El punto es que el Rito de York no es una oligarquía auto perpetua de líderes ad vital, sino que posee un gobierno estructural en el que los oficiales de todos los niveles (local, estatal y federal) sirven la a voluntad y al deseo de la Fraternidad.

Los Cuerpos del Rito de York se pueden encontrar a lo largo y ancho del estado (se refiere a Alabama) y no solamente en algunas cuantas municipalidades. Está convenientemente bien distribuido. Cada Cuerpo Nacional del Rito de York patrocina una obra caritativa, que es apoyada de modo voluntario por cada miembro o entidad local.
El Rito de York cuenta con una legión de cuerpos u órdenes asociadas a él. Por lo tanto, el hermano Maestro Masón tiene mayores oportunidades de camaradería, servicio y conocimiento masónico, siempre y cuando el hermano esté dispuesto a trabajar sin ambiciones personales y a contribuir con algo de sustancia a la Fraternidad.

Lo hasta aquí mencionado no es una lista exhaustiva de las razones por las cuales un hermano debería considerar tomar el camino del York Rite, pero si contiene una de las más importantes. Este sitio presenta un panorama de los Cuerpos y Órdenes del Rito de York, y espero que después de haber leído esto, tu interés sea suficiente para elegir el Rito de York y puedas así completar tu educación masónica…

Nota del traductor: En los Estados Unidos y en el resto del mundo masónico “civilizado”, los hermanos pueden simultáneamente pertenecer al Scottish Rite, y al York Rite, y compartir las enseñanzas de la Masonería, uniendo sus esfuerzos en el servicio masónico.

 

Por G.L. Marshall, Jr.

Traducido por Cuauhtémoc D. Molina García

http://revistamasonica.com.py/blog/?p=754

¿ Que es el Rito York?

¿QUÉ ES EL RITO YORK? Por el M.R.H. León Zeldis Mandel

Debo comenzar advirtiendo que la constitución de los grados masónicos conocidos como el Arco Real es dis­tinta en diferentes países. Por lo tanto, conviene aclarar cier­tos conceptos fundamentales, para comprender en forma clara lo que es el Arco Real en el mundo y cómo se ha desa­rrollado hasta llegar a su forma actual.

Todos los grados llamados ”superiores”, es decir, los que se pueden alcanzar sólo después de haber obtenido la cali­dad de Maestro Masón (y todavía sin referirse a Ritos), fue­ron creados con posterioridad a la fundación de la primera Gran Logia en Londres, en 1717. Todo el siglo XVIII y comienzos del XIX se caracterizaron – en cuanto a Masone­ría se refiere – por una verdadera explosión de actividad y creación, con el establecimiento de cientos si no miles de Logias en toda Europa, América y otros lugares, cada una de las cuales trabajaba en forma independiente y ensayaba libremente tal o cual ceremonia traída generalmente por algún visitante de otro país o de otra ciudad. Muchas de estas logias funcionaban en forma esporádica, se dividían, fusionaban y dejaban de existir en forma totalmente autóno­ma. No existían el control y la disciplina actuales, y cuando una Gran Logia se constituía en algún lugar, debían pasar muchos años antes que tuviera éxito en imponer cierto orden y obediencia sobre las Logias que la componían. Hubo casos de logias que trabajaron durante decenas de años sin afiliarse a ninguna Gran Logia, y hubo aquellas, como en el caso de la Logia de York (en Inglaterra), que reivindicaron para sí las prerrogativas de una Gran Logia. Muchas logias extendían carta constitutiva a otras logias, asumiendo el títu­lo de Logia Madre. Los «grados» que se introdujeron en esa época (y hubo cientos de ellos) – consistían simplemente en una ceremonia que conducía a un título específico. Algunas de estas cere­monias estaban destinadas a explorar y ampliar aspectos de la leyenda Hirámica del tercer grado. Otras ceremonias tení­an referencia a distintas leyendas de origen operativo, que no fueron incluidas en los tres grados simbólicos. Otro grupo de ceremonias estaban relacionadas con leyendas de las Órdenes de Caballería y con los Templarios. Finalmente, muchas ceremonias adicionales fueron creadas para aprove­char las características de secreto y fraternidad de nuestra Orden con el objeto de estudiar y propagar teorías alquími­cas, cabalísticas, rosacruces y otras. Muchas de esas cere­monias desaparecieron sin dejar rastro. Otras fueron reuni­das y sistematizadas, para crear los diversos Ritos Masóni­cos; siendo el ejemplo más famoso el Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Sin embargo hubo muchos más, algunos de cuales siguen en existencia hasta el día de hoy, como el Rito Adonhiramita (practicado actualmente sólo en Brasil), Rito Francés Rectificado, el Rito Escandinavo, el Rito Balwin en Inglaterra, y otros.

El llamado Rito York es un nombre empírico creado en los Estados Unidos de América para denominar los grados superiores que siguieron siendo trabajados en las islas británicas, después de la primera «explosión» mencionada recién y el decantamiento posterior así como algunos grados adicionales de origen estadounidense. A diferencia del escocés, los grados yorkinos nunca fueron ordenados en una escala ni numerados, sino que se agrupan en núcleos según su tema central. Un Hermano puede tomar algunos de estos grados, sin necesidad de tomar otros. Lo que tienen de común es la necesidad de comenzar tomando el grado del Arco Real, como extensión o complemento del grado de Maestro Masón, y como puerta de entrada para cualquiera de los otros grados yorkinos. La única excepción a esta regla es el Grado de Marca, que ocupa una posición especial, que explicaré más adelante.

Gran Capítulo

En la República Bolivariana de Venezuela fue fundado el Gran Capítulo de Venezuela de Masones del Real Arco el 17 de Abril de 1982 (E:.V:.), 2512(A.I) y legalmente Constituido e Instalado el 19 de Octubre de 1982 (E:.V:.), 2512(A.I).  El actual Gran Sumo Sacerdote es el Comp:. Jorge Serrano Acosta. Este es el sello oficial del Gran Capítulo de Venezuela de Masones del Real Arco.